viernes, 25 de julio de 2008

10 Cosas que no aprendí a tomarme con calma

  1. Los ruidos que me despiertan 2 horas antes de lo planeado


  2. Las discotecas


  3. Los casamientos o fiestas que recrean el ambiente de una discoteca


  4. Las esperas de colectivos


  5. Los colectivos que pasan de largo después de esperarlos 20 minutos


  6. Las visitas a los médicos


  7. Las computadoras que se cuelgan y te hacen perder minutos u horas de trabajo


  8. Los restaurants en los que pedís una cosa y te traen otra


  9. Las derrotas de Atlanta


  10. Los empates de Atlanta después de ir ganando

Tomalo con soda


Tengo la teoría, aunque sé que no es ningún descubrimiento, que si uno no se hace malasangre por todos los contratiempos que se le presentan en la vida, puede estirar algunos años más su existencia.
No digo que se muera tu tío y te chupe un huevo, pero hay que tener una escala de valores, y acá van algunos datos de la mía.

-El trabajo es sólo el trabajo. Si sale mal, sale mal. Si no llegás a tiempo, una pena. Mientras estés tranquilo que hiciste todo lo posible, que tu jefe se arranque de los pelos, que para eso gana el quíntuple de lo que ganás vos. Tus jefes tienen que ser los rivales a vencer en esta carrera rumbo a los 100 años. Si ellos se mueren antes por las úlceras que les provoca hacerse problemas porque hubo un error, es un triunfo nuestro.

-Yo no quiero tener un millón de amigos, porque me pasaría todas las noches yendo a sus cumpleaños y no podría ver la tele ni leer el diario. Pero no está de más rodearse de un número entre 5 y 15 personas que te quieran. Esto puede incluir a tu pareja y a tu familia. Que te cuiden cuando estás enfermo, que te avisen cuando estás por pisar caca de perro, que te traten con delicadeza cuando estás mal porque perdió tu equipo de fútbol.

Paro acá porque no quiero que empiece a entrar a este blog gente que consume libros de autoayuda. Además, cualquiera que lea esto, tenga en cuenta que yo quiero llegar a los 100 años, pero puede pasar que me muera a los 40 y no quiero que por eso me traten como a un mentiroso.

El porqué del nombre


Me he propuesto como objetivo, para hacer la vida un poco más interesante, llegar a los 100 años. Y llegar bien, porque tampoco es cuestión de llegar por llegar. De aquí en más, internet será testigo de mi carrera para alcanzar esa meta. La cuenta regresiva comienza ahora, y tiene como punto final el 21 de abril de 2075. Falta un montón.