Señores del INADI. Me contacto con uds. para denunciar por discriminación a todos los humoristas. El humor, incluso el más sutil, se basa en la discriminación. La gente siempre se ríe del diferente, del ignorante y del que sufre (la imagen de Nelson no me deja mentir). Estos son algunos ejemplos:
- Les Luthiers: miles de números discriminantes. El festejado Warren Sánchez les falta el respeto a todos los que creen en pastores religiosos. En "La hora de la Nostalgia", el público se ríe de un cantante de muchos años con un avanzado alzheimer.
- El Chavo del 8: ¿Acaso todos los pobres son brutos? Ñoño, el hijo del Sr. Barriga, el capitalista que cobra la renta, es claramente más culto que sus compañeros de origen más humilde.
- Los Simpsons: Lo más gracioso es la brutalidad y la torpeza de Homero. ¿Se supone que debemos reírnos del idiota de la clase o del que recibe un pelotazo en los huevos?
- Peter Capusotto: ¿Es un tema para la mofa la lucha armada de los años '70? ¿Qué pensará Cecilia Pando de Bombita Rodríguez, que canta "quiero armar con vos una molotov"?
- Roberto Fontanarrosa: con los aforismos de Ernesto Esteban Echenique, les tomó el pelo a los que escriben aforismos y a los que los leen. "El que ríe último, y de la desgracia ajena, ríe mejor" escribió una vez, justificándose.
Este es sólo un repaso de los principales herejes que me hicieron y me hacen reír. Hasta ahora, siempre me había sentido bien por tener sentido del humor. Ahora me parece que soy flor de hijo de puta.
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